Actualización: Ahora San Pedro Cultural tiene un sitio web. En él podéis encontrar información como horarios de visita y tarifas.
Becerril de Campos es un tranquilo pueblo de la provincia de Palencia que hoy habitan apenas 800 personas. Sin embargo, en el siglo XIX su población superaba los 3.000 habitantes, una cifra considerable para la época. Para dar cabida a semejante número de feligreses, el municipio llegó a contar con siete iglesias, además de varias ermitas. La pérdida de fervor religioso a lo largo del siglo XX sumió en un irrecuperable abandono a la mayoría de las que aún quedaban en pie. Hoy, sólo dos templos mantienen más o menos su estado original: Santa Eugenia, que no se libró de las obras para reconstruir su torre; y Santa María, hoy museo de Arte Sacro. Sin embargo, la nueva estrella de Becerril es San Pedro, una iglesia que se encontraba en estado ruinoso y cerrada al culto desde los años 40. Después de una ambiciosa y espectacular reconstrucción, el próximo 19 de marzo a las 18:00 se reabrirá al público reconvertida en aula de astronomía.
La iglesia de San Pedro es un templo de una sola nave con ábside y atrio lateral. Aglutina diferentes estilos arquitectónicos, reflejo de las diferentes actuaciones que le han ido dando forma a lo largo del tiempo. Predomina el estilo renacentista del siglo XVI, ya que fue en ese período en el que se construyó la mayor parte del edificio. Pero también destaca la portada románica del siglo XII que se conserva todavía. También podemos encontrar detalles barrocos en la capilla y en decoraciones del siglo XVIII.
En el año 2011 San Pedro se encontraba en un estado lamentable. Había perdido las cubiertas del cuerpo principal y del pórtico; las bóvedas con arcos de medio punto que se sostenían entre los muros de la nave; y la fachada oeste, donde se alzaba la torre. Cuatro años después, la imagen es bien distinta.
Gracias al genial proyecto redactado por los arquitectos Álvaro Gutiérrez Baños, de Egain; y Juan y Carlos del Olmo García, de Del Olmo Arquitectos, el edificio vuelve a contar con una cubierta, cerramientos e instalaciones que la condicionan como espacio habitable. Juan Manuel García Perez, ingeniero de Egain, se ha encargado del cálculo de instalaciones. Conocido ahora como San Pedro Cultural, el espacio se ha recuperado, precisamente, con fines culturales.
La apariencia que tiene el nuevo San Pedro es espectacular, cinematográfica. Y sorprende más aún si lo comparamos con el estado que tenía hace menos de un lustro. Para ello no ha sido necesario un enorme despliegue. Como bien expresó el maestro Mies van der Rohe: “Menos es más”. La obra se ha limitado a colocar una nueva cubierta y completar la fachada que se había caído. En el caso de la primera, se ha colocado una cubierta de madera laminada con acabado exterior de cobre. En el caso de la fachada se ha utilizado ladrillo para delimitar claramente la intervención sobre el cerramiento general de sillería. Junto a esa fachada, donde antes estaba la torre, se ha plantado un ciprés que evoca la verticalidad del elemento desaparecido.
Pero lo más espectacular de San Pedro Cultural es, sin duda, su cubierta interior. Pintada de azul oscuro, casi negro, simula un despejado cielo nocturno. En ella se han colocado las diminutas luminarias Clavo de Daisalux, dispuestas de tal forma que recrean algunas de las constelaciones tal como se verían en verano desde ahí dentro. Una curiosa e inteligente forma de dar un uso diferente a una luminaria pensada para alumbrado de balizamiento. Los arquitectos se propusieron provocar un “efecto mágico, nocturno, único, teatral, barroco, emocionante”. ¡Y vaya si lo consiguieron!
A pesar de encontrarnos bajo techo, el acertado efecto de luces nos traslada a la iglesia de San Pedro a la que le faltaba la cubierta. Podemos imaginar el cielo estrellado que se veía desde aquel interior ruinoso, pero romántico. Con la diferencia de que ahora toda la estructura está en buen estado y nos encontramos en un interior acogedor, donde no se ha querido devolver artificialmente más allá de lo necesario para cerrar el espacio. De esta manera, se ha conseguido preservar la esencia mágica de las ruinas, embelleciéndola con un cuidado lavado de cara. Las fotografías que se consiguen en este escenario parecen fotogramas de una película de animación, dibujada y coloreada al antojo del espectador más exigente.
Para potenciar el carácter científico del renovado espacio, se ha instalado un Péndulo de Foucault, fabricado desinteresadamente por la empresa palentina Inmapa-Aeronaútica. El péndulo, que cuelga del ábside a través de la bóveda semiderruida, parece que colgara de las estrellas, de la bóveda celeste, realzando el efecto mágico y teatral de la cubierta.
También se han incluido otros elementos que, aprovechando la propia fisionomía del edificio, reafirman su concepción como aula de astronomía. Hablamos de referencias al tiempo y al espacio como una meridiana solar, que señala el paso del sol, indicando el mediodía solar; y un reloj de sol de doble cara.
La iluminación de emergencia se completó con luminarias Block y Argos doble, de la marca Daisalux.
Me ha gustado…
Me agradaría conocerlo personalmente…
Agur…
¡Hola, Peter! Gracias por tu comentario.
Ahora San Pedro Cultural tiene sitio web donde puedes consultar los horarios y tarifas.
Espero que te resulte útil y vayas a visitarlo. Si vas, luego puedes pasarte por aquí y contarnos tu experiencia. ¡Sería genial!
¡Un saludo!
En días pasados tuve la dicha de visitar San Pedro Cultural, fue algo sorprendente. Felicito a quienes tuvieron tal fabulosa idea. Poniendo a vuestra consideración este artículo, con las experiencias vividas en ese viaje.
La instrucción es la piedra angular de la francmasonería, por ello es la escuela del ciudadano.
Enlace: http://marinodearmas.blogspot.com.es/2018/03/buscando-al-sol-en-san-pedro-cultural.html
Fraternalmente
Marino de Armas Benítez
Muchas gracias Marino, es un placer ayudar a construir espacios tan bellos.