El pasado verano, los ojos de todos los aficionados al baloncesto se fijaron en Las Palmas de Gran Canaria. Allí jugaron las selecciones del grupo D la primera fase del Mundobasket 2014. Sin duda, los seguidores disfrutaron del buen tiempo y los maravillosos paisajes de la isla, pero también tuvieron ocasión de contemplar una obra arquitectónica de primer nivel: el Gran Canaria Arena, sede de los partidos mencionados.
Esta construcción no habría sido igual sin el incentivo de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2014, aunque el proyecto tiene más de 12 años. En el año 2002 se convocó un concurso público para levantar un nuevo palacio multiusos en la ciudad. Finalmente, fue el estudio madrileño LLPS Arquitectos, con Eduardo Pérez y Miguel Ángel Sánchez al frente, el que convenció al jurado.
En 2009, España fue elegida como anfitriona del Mundial de Baloncesto 2014, y Las Palmas como sede de parte de ese campeonato. Entonces, el proyecto cogió un nuevo impulso. Las obras, en el entorno de la ciudad deportiva de Siete Palmas, comenzaron en septiembre de 2011 y duraron 30 meses. Dos años y medio. Las instalaciones se inauguraron el pasado 15 de marzo.
Estéticamente definido como un “edificio objeto”, el Gran Canaria Arena está concebido para aglutinar todas las actividades deportivas en un único bloque, a diferencia de otras propuestas presentadas al concurso, que repartían los espacios por toda la parcela. Éste enorme recinto cuenta con 42.000 metros cuadrados útiles, distribuidos en 10 alturas. En la quinta de ellas se ubica la cancha principal, de 2.131 m2 y con capacidad para casi 10.000 espectadores. Gracias al espacio que se ganaría en la pista, esta cifra puede ascender hasta los 11.500 espectadores durante la celebración de conciertos.
Además, el lucernario de 1.185 m2 permite la entrada de luz natural. De esta manera, será posible celebrar eventos en el interior reduciendo notablemente el consumo de luz artificial.
El pabellón cuenta también con 2 salas de prensa con un total de 450 m2 y capacidad para 240 periodistas, un camerino de 440 m2, cafetería, 400 plazas de parking, gimnasio, salas de actividades, ludoteca y otros espacios.
Aunque es conocido principalmente por el citado evento mundial y por albergar los partidos del Herbalife Gran canaria, el recinto está preparado para acoger también otro tipo de espectáculos. De hecho, unas plantas por debajo de la cancha principal, encontramos la Sala Club, en la que hay otras dos pistas polideportivas. Este espacio está preparado para acoger conciertos, exposiciones y ferias, y puede dar cabida a 4.000 visitantes.
Una baliza cada metro de escalera
Como en todos los recintos deportivos, uno de los retos que planteaba este edificio era la instalación de balizas en las escaleras de las gradas. En España, el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, aprobado en el Real Decreto 842/2002, establece que un local de pública concurrencia que a su vez esté clasificado como de espectáculos o actividades recreativas debe completar la iluminación de emergencia con iluminación de balizamiento. Además, en caso de que no exista iluminación suficiente en el recinto, las balizas tienen que estar encendidas durante toda la actividad (CTE DB-SUA).
Este tipo de luminarias, que se deben colocar en escaleras y en rampas con pendientes superiores al 8%, entrarán en funcionamiento en las mismas condiciones que el alumbrado de emergencia, es decir, cuando un fallo en el suministro provoque un descenso de la tensión de red hasta por debajo del 70%, y deberán funcionar con, al menos, una hora de autonomía. Hay que instalar una baliza por cada metro lineal o fracción de metro de escalón. Por ejemplo, si el escalón tiene una anchura de un metro y quince centímetros, en ese escalón habrá que colocar dos balizas. Si el escalón mide un metro o menos, bastará con una sola baliza.
Hay que destacar que el alumbrado de balizamiento es un complemento de la iluminación de emergencia, y en ningún caso se puede utilizar la misma luminaria para justificar iluminación de emergencia y de balizamiento.
Aunque las balizas pueden ser autónomas, en el Gran Canaria Arena se instalaron como parte de un sistema centralizado. En este tipo de instalaciones, las balizas no tienen por qué cumplir con los requisitos de instalación de sistemas centralizados de iluminación de emergencia, ya que no se pueden considerar parte del alumbrado de emergencia. Sin embargo, al tratarse de circuitos de seguridad, los conductores entre las fuentes de alimentación y las balizas han de ser conformes a la norma UNE-EN 50.200. Esta norma establece que el conductor debe ser capaz de resistir 842ºC de llama directa e impacto durante 90 minutos y seguir conduciendo.
Por esta razón, en el pabellón canario se instalaron balizas Leda de la marca Daisalux, con cable AS+ resistente al fuego, conforme a la citada norma UNE-EN 50.200. Las Leda se instalaron en el hormigón visto prefabricado con acceso trasero que configura las escaleras de las gradas. Al ser un sistema centralizado, resultó necesario utilizar un equipo de alimentación PBL-24 06.
Las balizas, lo más vistoso
Para Francisco Gutiérrez Hernández, Ingeniero Industrial de Electrimet, la empresa responsable de la instalación, Daisalux es “la marca más fiable con la que hemos trabajado”. En una obra en la que el alumbrado de emergencia tenía un peso importante dentro de la instalación eléctrica, “sabíamos que trabajábamos con un producto que iba a responder a las necesidades que se exigían desde el punto de vista de lo proyectado, y también a largo plazo en la operatividad del pabellón”.
Gutiérrez define las balizas Leda como “el producto estrella” de la instalación. No se puede obviar que las balizas tienen un componente estético muy marcado. “De toda la instalación eléctrica, ha sido lo más vistoso y llamativo, mucho más que el alumbrado de pista. Quizás en televisión no se aprecia, pero in situ el resultado es espectacular. Cuando venían visitas al Pabellón, durante la ejecución de la obra, lo primero que hacían era apagar todo y dejar las balizas. Todos se quedaban ‘pasmados’ mirando. Ya daba igual que faltaran cosas de la obra por hacer”.
Un producto fácil de colocar
Se colocaron en torno a 5.000 balizas y no hubo ninguna defectuosa. La instalación de estos aparatos es intrínsecamente complicada, especialmente el cableado, que en este caso iba por el interior de los graderíos. Pero el ingeniero destaca que la colocación de la baliza “fue sencilla, dado que su sistema de encaje es directo, sin necesidad de cajas de empotrar adicionales”.
Ese sistema de encaje al que alude Francisco se basa en un fleje o muelle con cierta deformabilidad que rodea la baliza. Este elemento posibilita el ajuste preciso de la luminaria al hueco en el que deba colocarse. En la imagen que sigue a este párrafo se aprecia el fleje, así como el cable AS+ con el que se instalaron las balizas Leda.
Los aficionados al baloncesto volverán a tener otra excusa para visitar el Gran Canaria Arena en febrero del año que viene, ya que será ahí donde se juegue la Copa del Rey 2015. Tanto si se va con el pretexto de ver un partido, una exposición o un concierto, no cabe duda de que en muchas ocasiones el edificio que acoge el evento añade valor al acontecimiento. Éste es uno de esos casos. Sea cual sea tu disculpa, confiamos en que disfrutarás de la construcción… y después de leer este post verás de otra manera las balizas de las escaleras. Esperamos que entonces vuelvas por aquí y nos cuentes tus impresiones.
¡Nos vemos dentro de dos semanas!
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