Planificar correctamente el mantenimiento de la iluminación de emergencia en un aparcamiento es la opción más sensata, sin embargo, esto no siempre sucede. En muchos casos hasta que no se realiza una inspección periódica no se detectan y subsanan las deficiencias encontradas.
Cuando se procede a solucionar las anomalías, por error se pueden tomar medidas correctoras no adecuadas como la sustitución de la luminaria por otro modelo con características diferentes sin hacer un cálculo que justifique el cumplimiento de los niveles mínimos de iluminación exigidos por la normativa.
Lo adecuado en estos casos, es evaluar antes de su sustitución si cada luminaria que presenta una anomalía puede ser reparada. Hoy en día el diagnóstico de las posibles necesidades de mantenimiento es más sencillo con luminarias de tipo Autotest o TCA (comunicantes con central TEV).
Pero, en numerosas ocasiones, la sustitución incontrolada de luminarias con diferentes características fotométricas no permite asegurar el cumplimiento de los requisitos de iluminación que exige la legislación.
Este es el caso que se pretende tratar en este artículo. Se trata de un aparcamiento subterráneo en Madrid, donde se había procedido a realizar varias sustituciones de luminarias de emergencia durante los últimos años de explotación de la instalación.
La última inspección periódica obligatoria (quinquenal) fue no conforme al detectarse que varias de sus luminarias de emergencia no se encendían ante un corte de red, no se cumplían los niveles mínimos de iluminación y en otras luminarias la autonomía no llegaba a la mínima exigida de 1 hora.
Nuestro compañero, el Asesor Técnico Gregorio Toro acude junto con el responsable de la instalación al aparcamiento. Allí comprueban que las luminarias están instaladas en superficie en techo pero que su orientación en muchos casos no es la correcta. Algunas de ellas están giradas y al no disponer de una proyección de luz simétrica el resultado no es el adecuado. Este problema se ve aumentado por la diferencia de flujo luminoso emitido entre los distintos modelos de luminarias instaladas.
Gregorio Toro procede a realizar una simulación con el software DAISA en el que trata de reproducir la situación encontrada.
En el ejemplo se puede observar que no se llega el mínimo exigido de 1 lux en los recorridos de evacuación.
Esta situación es debida a la disparidad de criterios tomados a la hora de realizar cada labor de mantenimiento y sustitución de luminarias.
Debido a que no se desea aumentar el número de puntos luz, Gregorio simula un nuevo cálculo de iluminación de emergencia orientando correctamente las luminarias instaladas.
Se puede comprobar que el resultado sigue siendo insatisfactorio, se sigue sin cumplir el valor mínimo de 1 lux en los ejes centrales de los recorridos de evacuación.
Ante esta situación se abren dos vías para solucionar el problema.
- Aumentar el número de puntos de luz para poder cumplir con los requisitos mínimos. Esto significa más luminarias, cableado, canalización, etc.
- Respetar el número de puntos luz, eligiendo luminarias con una curva fotométrica específica para esta aplicación.
Se decide por la segunda vía, al considerarse más coherente ya que existe un criterio común. El mal estado de muchas luminarias de bajo coste y calidad, y la necesidad de adaptarse a la nueva normativa Autotest exigida en la Comunidad de Madrid declinan la balanza hacia esta segunda opción.
Se decide optar por la Serie Ziner que dispone de distintos tipos de ópticas que aprovecha de manera óptima el flujo luminoso emitido por cada luminaria en cada posición.
En la simulación se puede comprobar que definitivamente se ha conseguido cumplir con los requisitos mínimos sin aumentar el número de puntos de luz.
Como conclusión, se puede destacar que en caso de ser necesaria la sustitución de una luminaria por otra no se debe tomar como referencia únicamente el flujo luminoso. Esto genera zonas oscuras y problemas de uniformidad, no siendo además la opción más económica.
La solución ideal implica mantener la instalación según proyecto de origen. Realizando labores mantenimiento necesarias, como sustitución de baterías, que permiten disminuir el uso de materia prima. Como última opción, se procederá a la sustitución total de la luminaria solo si es necesario.
Para cualquier consulta sobre el mantenimiento en la iluminación de emergencia, Daisalux dispone de un equipo de asesores a los que puedes consultar. Ellos te ayudarán a elegir la mejor de las opciones posibles.
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